Perseverancia, el poderoso condimento de la genialidad
No importa cuales sean las tareas que tenemos hacer, debemos asegurarnos de cumplir cada una de ellas como si fueran grandes e importantes responsabilidades.
Muchas veces no lo pensamos así, pero cualquier gran logro por una tarea realizada es la suma de pequeñas y nobles tareas que fuimos realizando para alcanzarlo.
Por ejemplo, para cortar un árbol grande, tenemos que comenzar cortando las ramas pequeñas, y luego seguir por el tronco antes de poder sacar la raíz. Si solo cortamos las ramas y abandonamos porque no vemos el resultado final deseado, el árbol seguirá allí y nuestro trabajo habrá sido en vano.
No deberíamos nunca renunciar a nuestros esfuerzos para lograr un objetivo, porque no sabemos cuál será el último intento o golpe que nos dará el resultado perseguido.
No podemos ser de los que se rinden en el camino, porque entonces, de nada valdrá el esfuerzo realizado hasta ese momento, ni lo que hayamos dejado atrás para realizarlo.
Cuando recién comenzaba a trabajar, tuve un maravilloso jefe que, me veía bajar los brazos porque algo no me salía bien, y siempre me decía: “el éxito se obtiene con un 1% de inspiración y un 99% de transpiración”, similar a lo que decía Albert Einstein “El genio se hace con un 1% de talento y un 99% de trabajo”, y eso me hacía seguir intentando.