Racionalización de la cartera de proyectos: obteniendo beneficios estratégicos con recursos limitados
Has enviado el presupuesto de los proyectos en los que trabajarás durante el próximo año, pero el director de finanzas acaba de llamar para decirte que no puedes hacer todo eso.
¿Por qué?
Bueno, no es porque se esté cuestionando el beneficio de estos proyectos, ya que el caso de negocio de cada uno ya había sido aprobado.
El problema es que los fondos son limitados y la cartera de proyectos tal como está planteada, necesita más dinero del que tiene disponible para esto la organización.
Ahora debes reelaborar tu plan general para reducir los costos en un 20% y entonces te preguntas, ¿Cómo decides qué proyectos conservar y cuáles retrasar o abandonar? ¿Qué podrías recortar?
Bien, a los que alguna vez manejamos programas o portfolios de proyectos, esto seguramente nos ha pasado, y, si bien en un primer momento nos parece un mundo, si usamos un par de técnicas podemos salir airosos y no ser los únicos responsables de decidir.
De hecho, solo somos los gestores de los proyectos y los dueños son otros, por lo que no hacerlos participar es comprarse un salvavidas de plomo, porque de lo que no se haga, seremos los culpables o responsables visibles ante el interesado.
Pues bien, vamos a plantear un par de salidas inteligentes a esto, y, por supuesto, nos agradaría mucho conocer algunas diferentes implementadas así que aguardamos sus comentarios.